OPINIÓN PERSONAL

Hace un par de domingos, estuve escuchando en la radio una entrevista en la que hacían alusión a la CUSTODIA COMPARTIDA, tema “candente” en nuestros días.

Yo, soy la persona menos indicada para hablar de estos temas, seguramente, pues soltera y sin hijos, repito no creo ser la persona más adecuada, pero tengo que reconocer que es un tema que siempre ha llamado mi atención.

No debe ser nada agradable enfrentarse a una separación, divorcio o nulidad matrimonial, no debe ser nada agradable insisto, pero los verdaderos sufridores de todo esto son los HIJOS habidos en la pareja. Ellos son las verdaderas víctimas de todo este asunto.

Y digo victimas porque en casi todos los casos, no son capaces de comprender porque papa y mama ya no quieren vivir juntos, porque ahora tienen dos casas, la de mama y la de papa, porque en la mayoría de los casos el nombre de papa o de mama son sustituidos por “tu padre o tu madre”, los apelativos cariñosos, son casi inexistentes cuando se refieren a uno ellos.

Hoy en día la pareja no es comparable con la de hace 40 años donde él se dedicaba a trabajar y la mujer se quedaba a cargo de las labores de casa y la crianza de los hijos. Pero en nuestros días, la pareja tiene sus distintas ocupaciones laborales fuera de su domicilio, comparten tanto las labores de casa como los hijos a partes iguales. Por lo que yo me paro a pensar y me pregunto, ¿si tienen las mismas obligaciones y derechos cuando son pareja, por qué cuando se produce una separación y/o divorcio no es igual…?

Me pregunto también, ¿por qué la madre tiene garantizada la convivencia con sus hijos y el padre no? ¿Por qué el padre tiene que luchar reiterativamente por ver a sus hijos? ¿Por qué se habla de igualdad y en estos casos es casi inexistente?

No digo yo, que esto sea en todos los casos, hay quien cuenta, dice y chismorrea, que cuando un hombre se separa vuelve a vivir una segunda juventud (copas, ligues, amigotes, etc…) ¿pero realmente es verdad?

A mí, me da por pensar, que cuando un padre ha estado y sigue estando desde la lejanía por supuesto, tan involucrado en la vida de sus hijos, es muy difícil, que de un plumazo, no quiera saber nada de ellos hay un refrán que dice que haberlos ahílos como las meigas, pero me cuesta creer en ello, como, que ellos no quieran convivir con sus hijos ¿por qué no? .

Creo en la CUSTODIA COMPARTIDA, porque creo en la igualdad entre las personas. Creo en la CUSTODIA COMPARTIDA, porque nadie puede impedir que un padre o madre (en algunos casos) pueda hacer una vida “normal” con sus hijos. Creo en la CUSTODIA COMPARTIDA porque cuando uno se enfrenta a una circunstancia como una separación y/o divorcio, se deben mantener las mismas Obligaciones así como Derechos. Creo en la CUSTODIA COMPARTIDA porque la unidad familiar ya sea en una o dos casas debe mantenerse. Creo en la CUSTODIA COMPARTIDA porque me gusta ver sonreír a los niñ@s .

Me gustaría terminar con algunas preguntas, quizá poco inteligentes o quizá por desconocer el tema en profundidad, pero ¿Por qué un niño debe vivir con un progenitor definitivamente designado por un magistrado cuando llega la separación y/o divorcio, y no puede compartir a sus padres a partes iguales? ¿Quizá por la fuerza de costumbre, señores magistrados? ¿Quizá porque los cambios y más en estos temas nos dan algo de vértigo? ¿Por qué uno es mejor que el otro? ¿No deberían ser iguales? ¿No deberían COMPARTIR sus mocos, sus lágrimas, sus risas, sus besos y sus abrazos?

Esta en sus manos, estos niños, son el futuro de un país que aunque día a día se va marchitando, a lo mejor, ellos sean los que tengan los suficiente arrestos para sacarnos de este enorme túnel de donde ni por asomo se ve la luz.