martes, 30 de octubre de 2012

SENTIRSE ORGULLOSA



.....Cuando una tiene familia así, es para sentirse orgullosa de ella. Así que me gustaría mostraros en forma de relatos lo que ésta “maravillosa” persona que aunque físicamente impedido por una grave enfermedad, no ceja en su empeño de llevarles una sonrisa e ilusión a Orfanatos de Nepal e India, junto con un grupo de voluntarios



He de decir que ante estas personas me siento TAN pequeña, por que ellos son TAN GRANDES....
     


CRONICA I .- CIERRE

Poco antes de salir de España para llevar a cabo esta séptima edición de nuestro proyecto en Bal Mandir, recibí un correo electrónico de la directora del orfanato en el que me comunicaba que las continuas desavenencias con la NCO (Nepali Children Organization), la institución responsable de todos los orfanatos estatales de Nepal, forzaba a cancelar el convenio por el cual la asociación australiana denominada Mitrata se había hecho cargo de la dirección del hospicio más grande del país desde mayo del año pasado por un período de cuatro años. Rebeca, la nueva directora, tomó posesión de su cargo con la idea clara de no consentir visitas al orfanato, ni el trabajo de voluntarios extranjeros ajenos a su asociación. Fue muy difícil hacerle cambiar de opinión para que nos permitiera seguir trabajando con los internos de Bal Mandir.

Ese nuevo cambio de rumbo me preocupaba sobre todo en lo relativo a la alimentación de los menores, que creo que había mejorado desde la llegada de Rebeca. En los demás aspectos no sé si hubo alguna mejoría. Pocos días después de ese anuncio de ruptura, cuando me disponía a retomar la correspondencia con el anterior director del orfanato para anunciarle nuestra inminente llegada, Rebeca me envió un nuevo correo electrónico en el que decía que esa misma mañana acababa de firmar un nuevo acuerdo con la NCO por el cual continuaría al frente de Bal Mandir durante un periodo de tres años, pero ahora con el objetivo fundamental de despoblar el orfanato.

Ni la ruptura ni ese nuevo acuerdo me sorprendieron, porque de las desavenencias entre ambas partes ya tenía noticia, y porque sabía que el cierre definitivo de las adopciones en Nepal, hace ya un par de años, colocaba a los orfanatos en una crítica situación económica. Los continuos rumores sobre la corrupción y las malas artes en los orfanatos de Nepal se vieron refrendados por un documental titulado "Paperorphans” que puede verse en Internet. Se mencionaba expresamente a Bal Mandir para denunciar que algunos orfanatos habían conseguido que numerosos padres de aldeas remotas, generalmente analfabetos, cedieran a sus hijos al orfanato, pagando una pequeña cantidad, con la promesa de que la institución que recogía a los menores les escolarizaría en Katmandú, y les proporcionaría comida y alojamiento. Los artífices de ese engaño prometían a las familias que podrían visitar a sus hijos cuando lo desearan, y que finalizada su educación, los hijos podrían regresar a su aldea, pero lo cierto es que muchos de ellos fueron dados en adopción, con lo cual el hospicio se embolsaba jugosos donativos que ni siquiera quedaban registrados. Ante semejante denuncia apoyada en el testimonio de numerosas familias, la comunidad internacional decidió poner fin al escándalo clausurando definitivamente las adopciones en Nepal.

Más allá de las motivaciones filantrópicas, lo cierto es que los orfanatos pasaron de ser un negocio muy lucrativo, de ahí la búsqueda desesperada de más niños, a ser exclusivamente una fuente de gastos sin fin. Supongo que cuando las autoridades internacionales responsables de las adopciones decidieron aplicar este castigo a Nepal, tendrían en cuenta las terribles consecuencias que ello traería a los huérfanos, que de pronto se convertían en residentes permanentes, prisioneros de instituciones condenadas a la ruina. Habría sido deseable que esa drástica medida fuera acompañada de un programa de ayuda internacional a los huérfanos de Nepal, porque era previsible que se llegaría al cierre de muchos de esos albergues como consecuencia del imparable declive económico.

Cuando Rebeca nos explicó el modo en que se proponía disminuir la población de Bal Mandir, simplemente nos dijo que trataría de hacer responsables de los menores a familiares o parientes. Nosotros no lo veíamos tan sencillo, pero entonces pensábamos que se refería a la no admisión de nuevos internos y la reubicación, en la medida de lo razonable, de algunos de los habitantes del hospicio, pero hoy hemos sabido que todas las partes implicadas han asumido el cierre definitivo de Bal Mandir en un plazo máximo de tres años. Me estremece pensar en las consecuencias que esta salvaje solución acarreará en nuestros niños. ¿Qué acomodo buscarán para Roji, Lata o Nimi con su parálisis cerebral? ¿En qué hogar será acogida Aacriti, con su ceguera absoluta? ¿Dónde irá a parar Asha, a sus más de treinta años de edad, con su síndrome de Down y sin ningún familiar? ¿Quien se hará cargo de los numerosos niños y niñas que son realmente huérfanos, o de todos aquellos que, aunque tengan algún familiar o pariente, fueron abandonados y sospecho que no van a ser readmitidos en el seno familiar del cual fueron expulsados?

Katmandú, a 17 de octubre de 2012
José Luis Gutiérrez
CRONICA II.-MATEMÁTICAS

Este año las preocupantes noticias sobre el futuro de Bal Mandir que van llegando a través de distintas fuentes, y las frecuentes conversaciones con responsables de las diferentes partes implicadas de un modo u otro en la vida del orfanato, están absorbiendo mis energías mentales y en algunas ocasiones me están apartando del escenario en el que quisiera permanecer todo el tiempo, allí donde el resto del equipo trata de llevar a cabo con la mayor normalidad posible las actividades que teníamos planificadas.

Tengo la sensación de que todos quieren hablar conmigo, porque sin quererlo me he convertido en embajador temporal de las dos asociaciones españolas comprometidas con la ayuda a Bal Mandir. Hoy mismo Bal Krishna, el anterior director de Bal Mandir, alto cargo directivo de la NCO, me ha recordado que soy vicepresidente tanto de Dididai como de Ruta 6, las dos asociaciones a las que me refería. También Rebeca, la actual directora del orfanato, y Ana Lena, la fundadora de la NGCC (Nepali Girls Care Centre), me han buscado en varias ocasiones para hablar conmigo, hacerme partícipe del problema de Bal Mandir, y solicitar la colaboración de las dos asociaciones a las que represento, para intentar minimizar las consecuencias que el cierre tendrá en los internos.

Bal Krishna hoy ha tratado de quitar gravedad al asunto afirmando que no cree que se llegue al cierre absoluto del orfanato, porque es consciente de que no se podrá encontrar acomodo para todos los menores. Se ha manifestado deseoso de buscar una solución para las niñas con las que actualmente trabaja Dididai, mostrándose dispuesto a permitir que continúen en Bal Mandir, o incluso favoreciendo la búsqueda de otro lugar alternativo como Techo, un hospicio situado a las afueras del valle de Katmandú. Aunque esa disposición abierta para encontrar soluciones podría parecer encomiable, intuyo que me quería transmitir la idea de que ahora todo depende de nosotros. Me ha parecido que la NCO desea delegar completamente la responsabilidad de esas niñas en Dididai, al menos en lo económico.

También Rebeca ha solicitado eso mismo en las distintas reuniones que he tenido con ella, pero además pide a Ruta 6 que continúe patrocinando la escolarización en régimen interno de los niños que actualmente tiene, y que busquemos para ellos un alojamiento fuera del internado en los periodos vacacionales. Pero además desea que extendamos la ayuda a otros menores. Parece que todos parten de una lista de internos, que dicen que actualmente es de 140, y ahora sólo queda ir restando progresivamente para, si se lograra llegar a cero, dar por liquidado Bal Mandir. Parece obvio que el mecanismo de la resta consiste en no permitir ningún nuevo ingreso, y traspasar a otros la responsabilidad económica de los internos. La NCO y Mitrataa, que parecían enemigos irreconciliables, ahora están más unidos que nunca, luchando por el objetivo común del desmantelamiento de Bal Mandir.

Todo está dictado por el cálculo numérico que gobierna la economía. Todo se reduce a números. También los niños y niñas parece que son sólo eso. Era previsible. Resulta razonable. Pero me sorprende que tanto Rebeca como Bal Krishna se muestren contentos. Se les ve felices, o al menos excitados con el desafío del cambio al que obliga la crisis.
La actual situación de Bal Mandir es crítica, no puede ser peor, por lo que cualquier cambio necesariamente ha de ser a mejor –me ha dicho Rebeca con una sonrisa inquietante.

Yo, que en estos casos procuro escuchar atentamente y hablar poco, no respondí, pero me quedé considerando que efectivamente Bal Mandir es un desastre. Los cambios que todos esperábamos con la llegada de Mitrataa no se han producido, o si los hubo, han durado muy poco: los niños parecen igual de sucios y desatendidos que previamente, y me da la impresión de que la alimentación sigue siendo tan pobre como antes de la llegada de Rebeca. Me estremece pensar que, si no hacemos algo que lo remedie, para estos menores todo puede empeorar, porque sospecho que los responsables se van a limitar a aplicar la perversa lógica de las matemáticas.

Katmandú, a 18 de octubre de 2012
José Luis Gutiérrez

CRONICA III.- PANCHE

El domingo 14 junio de este año, día del padre en Nepal, fallecía en un hospital de Katmandú nuestro querido Panche, un niño de Bal Mandir de siete años de edad que no aparentaba más de tres. Casualmente su fotografía aparecía en el calendario que habíamos distribuido para recaudar fondos con objeto de ayudar a los niños de su hospicio, justamente en el mes de junio, sentado a la puerta de la Dancing Room, donde desarrollábamos nuestras actividades, acompañado de sus buenos amigos Luky y Dristi.

Me gustaba observar a Panche y escuchar sus conversaciones, aunque nunca pude entender ni una sola palabra de lo que decía, pero el modo en que gesticulaba, la agilidad de su conversación y su facilidad para despertar la risa en todos los que le rodeaban, ejercía sobre mí una enorme fascinación. Antes de saber su fecha de nacimiento, pensé que no pasaría de los tres años, porque además siempre estaba rodeado de niños y niñas de esa edad, como Luky y Dristi, y precisamente esa apariencia hacía más sorprendente su conversación ágil y su capacidad para convertirse en el centro de atracción de cuantos le rodeaban.

Cuando supe su edad real, empecé a considerar que Panche era como Óscar, ese personaje de la formidable novela de Günter Grass titulada El tambor de hojalata, un niño que había conseguido detener su crecimiento fisiológico porque prefería permanecer indefinidamente en esa edad en la que los niños aún están exentos de obligaciones y preocupaciones. Además Panche, por su simpatía e inteligencia era el líder de los niños y niñas de Bal Mandir de esa edad. Dirigía sus juegos, les explicaba miles de cosas, y debía de contarles historias fascinantes que hubiese deseado entender.

El documental de 2011, que pronto editaremos, utilizó a Panche como introductor al fascinante universo de Bal Mandir. Una voz en español de un niño de edad similar a la de Panche describe esa realidad como si fuera un cuento fabulado. Bajo la personal visión de ese niño tan especial, aquello no era un orfanato, sino un espléndido palacio en donde convivían alegremente cientos de menores. Unos españoles (nosotros) acudían allí todos los años por el Dashain para participar del ambiente festivo tan extraordinario que reinaba en Bal Mandir. Los niños del palacio, verdaderos soberanos, permitían que se grupo de españoles compartieran con ellos su festividad favorita a cambio de que les enseñaran bailes de otros países y prepararan para ellos juegos y todo tipo de actividades creativas.

En el mundo real, en el que Bal Mandir, lejos de ser un palacio era un orfanato donde multitud de niños vivían en pésimas condiciones, una mujer irlandesa que llevaba varios años viviendo en Katmandú, acudía allí con mucha frecuencia, y pasaba mucho tiempo jugando con los niños y niñas. Pronto se enamoró de Panche, porque descubrió en él un ser absolutamente excepcional, y porque ella, al hablar y entender el idioma nepalí, podía admirar mejor que nosotros su gracia e inteligencia. Como no sospechaba la verdadera razón de su no crecimiento y pensaba que podría deberse a una deficiente alimentación, en alguna ocasión solicitó permiso del director del orfanato y se fue a almorzar con el niño a un restaurante cercano. A Panche le encantaba comer pollo, pero además disfrutaba de la compañía de aquella mujer que le trataba con el cariño propio de una madre.

Con el cambio en la dirección de Bal Mandir, aquellas fugaces salidas tan nutritivas para ambos se vieron interrumpidas. La nueva directora denegó las reiteradas solicitudes de la mujer irlandesa para salir del hospicio con el niño, aunque sólo fuera durante una o dos horas, aduciendo que sobre ella recaía la responsabilidad legal de todos los menores que habitaban en Bal Mandir. La amiga de Panche no tuvo más remedio que resignarse, incluso podía sentirse contenta, porque al menos a ella no le habían negado el acceso al orfanato como al resto de los voluntarios. No obstante, contemplaba con rabia cómo la propia gobernanta frecuentemente salía a comer fuera del orfanato acompañada de una interna adolescente guapísima que se había convertido en su favorita.

La semana pasada la irlandesa nos contó en Bal Mandir que un día del mes de junio recibió una llamada de la directora, quien le dijo que podía sacar a Panche de Bal Mandir, y que en su opinión, tal vez debía llevarle al hospital, porque le parecía que el niño no se encontraba bien. Inmediatamente se presentó en el orfanato y llevó a Panche al centro médico que la directora había indicado. El sanatorio estaba repleto de pacientes, por lo que tardaron mucho en atender al niño, y cuando lo hicieron se limitaron a pedir que regresara al día siguiente para hacerle radiografías y algunas otras pruebas.
Con el permiso de la gobernanta, Panche pasó esa noche en la casa de su buena amiga, pero no pudo dormir porque estuvo todo el tiempo tosiendo. En cuanto amaneció, la mujer telefoneó a la directora, le explicó que Panche había pasado muy mala noche y le pidió permiso para llevarle al mejor hospital de Katmandú, porque aquello empezaba a preocuparle. De paso le comentó que le sorprendía que el niño no estuviese tomando ninguna medicación. Poco después, la jefa le devolvió la llamada para decirle que el niño estaba tomando desde hacía unos días tres medicamentos distintos, pero por alguna razón, habían olvidado dárselos al salir del hospicio.

En el hospital más caro y prestigioso de Katmandú atendieron a Panche con diligencia, derrochando todo tipo de atenciones, como si estuvieran tratando al hijo predilecto de cualquier familia rica del país. Pronto descubrieron que los pulmones de Panche estaban seriamente infectados, tenía una neumonía que dificultaba su respiración. La voluntaria irlandesa permaneció junto a él todo el tiempo que pudo. La segunda noche, pensando que el niño estaba un poco mejor se fue a dormir a su casa, pero pronto recibió una llamada del hospital que le avisaba de que el niño había empeorado. Regresó de inmediato, y antes del amanecer del domingo 14 de junio, los pulmones de Panche se colapsaron y dejó de respirar.

Al llegar a este punto del relato los ojos de la irlandesa estaban ya llenos de lágrimas, y los nuestros también, pero todavía añadió que le consolaba saber que Panche había muerto con dignidad, atendido por los mejores especialistas del país y colmado de amor y atenciones.

Katmandú, a 21 de octubre de 2012
José Luis Gutiérrez
  

CRONICA IV.- INFAMIA

En Nepal, imagino que también en muchos otros lugares del mundo, hay quienes piensan que las personas que padecen alguna discapacidad han recibido esa lacra en castigo por pecados cometidos en una existencia anterior. Si una criatura además de tener una minusvalía física es huérfana, tendrá que soportar el desprecio de muchos que a priori consideran que tiene mal karma y ello podría ser contagioso.

Mary conoció a la niña Nikita en Bal Mandir en agosto de 2009. He elegido dos nombres ficticios para preservar el anonimato de nuestras amigas. Tampoco mostraré ninguna imagen de ellas, aunque tengo muchas, sobre todo de la pequeña, porque el asunto que quiero relatar es delicado. La sobrina de Mary, que la acompañaba en esa visita al orfanato junto con su hijo de dieciocho años de edad, cogió en brazos a la niña e inmediatamente la cuidadora se dirigió a Mary, que entiende y habla perfectamente el nepalí, y le dijo que no debían hacer eso porque Nikita era ciega, lo que significaba que tenía mal karma. Entonces Nikita tenía algo más de dos años de edad. Afortunadamente, para el resto de los internos del orfanato la ceguera de Nikita no suponía ningún problema, tampoco para ella, que se ganaba a la gente con su simpatía y parecía una niña absolutamente feliz.

En diciembre de 2010 Mary volvió a visitar Bal Mandir. Nikita seguía allí. Entonces decidió hacer todo lo posible por adoptarla, a pesar de que sabía que las adopciones internacionales con Nepal estaban suspendidas. Mary tiene nacionalidad inglesa, pero ha vivido mucho tiempo en Katmandú, por lo que decidió tramitar su adopción como residente en Nepal, lo que la equiparaba a cualquier adopción nacional.

El proceso legal de adopción de Nikita se inició en septiembre de 2011, pero no concluyó hasta agosto de 2012. Mary fue autorizada por la nueva directora de Bal Mandir para visitar a su futura hija en el orfanato sólo dos veces por semana. Poco antes de que el proceso de adopción finalizara, hablando con la niña y con su cuidadora, sospechó que Nikita podría haber sido víctima de abusos sexuales. Consiguió que la responsable de los menores en ese momento, ante la ausencia de Rebeca que se encontraba en Australia, trasladara a la niña a un hospital. Tres doctores emitieron un informe, del que Mary me ha facilitado una copia recientemente, en el que afirmaron haber encontrado evidencias de que Nikita, que entonces tenía cinco años de edad, había sufrido un abuso sexual hacía aproximadamente dos semanas.

Pusieron el caso en manos de una ONG especializada en la defensa de los derechos de la mujer y la infancia, pero según Mary, el perturbado logró que se detuviera la investigación y que esa ONG se desentendiera del caso. No obstante, la investigación que había puesto en marcha la policía de Naxal, el distrito de Katmandú en el que se encuentra Bal Mandir, siguió adelante y pronto la policía se presentó en el orfanato y tomó declaración a muchos menores, cuidadoras y trabajadores de Bal Mandir y de la NCO. Nuestra amiga afirma que la policía recogió testimonios de numerosas internas, ya adolescentes, que declararon haber sufrido acoso o abuso sexual de un trabajador de las oficinas de la NCO al que señalaron con nombre y apellido.

Mary puso a Nikita en manos de un psicólogo que en poco tiempo logró que la niña explicara lo sucedido. También con Mary la niña empezó a hablar claramente de los abusos de que había sido víctima. La madre llegó a la conclusión de que aquello había estado ocurriendo durante aproximadamente un año. Nikita dijo claramente el nombre de su agresor, que coincidía con el indicado por las otras adolescentes. Hace unos días tuvimos una comida con una Mary y Nikita en el restaurante en el que solemos almorzar, cerca de Bal Mandir. Unos días antes había tenido conocimiento de lo sucedido a través de un correo electrónico, pero en ese correo Mary no desvelaba el nombre del agresor. No obstante, me atreví a imaginar cuál de los oficinistas de la NCO podía haber sido, aunque ni siquiera verbalicé su nombre por temor a equivocarme. En un momento en el que el resto de los comensales estaban distraídos, indiqué a Mary la letra inicial del nombre y la del apellido de la persona que yo sospechaba que podía ser el autor de esa infamia. Inmediatamente ella me dijo que estaba en lo cierto, y a continuación pronunció su nombre y apellido.



Las dependencias administrativas de la NCO, que engloba a todos los orfanatos estatales de Nepal, está desde hace muchos años en el mismo edificio en el que se alojan los huérfanos de Bal Mandir, aunque ocupan la zona noble del edificio, la mejor conservada. Una simple puerta en mitad de un pasillo, que la mayor parte del tiempo permanecía abierta y sin vigilancia, separaba dichas oficinas de las habitaciones de las niñas mayores, y desde allí se podía acceder al resto de los dormitorios y dependencias del orfanato.

Cuando Mitrataa, a través de Rebeca, asumió la dirección de Bal Mandir y decidió cerrar sus puertas de forma drástica a visitantes y voluntarios, todos entendimos que el miedo a que cualquier desalmado pudiera abusar sexualmente de alguno de los menores podía haber inducido a esa decisión. De hecho, ya habíamos tenido noticia de algún suceso de estas características. En octubre de 2008 dos chicas mayores del orfanato me contaron que un joven trabajador que estaba construyendo un pozo en los terrenos del orfanato, no hacía muchos días había violado a dos internas de Bal Mandir. Inmediatamente pusimos el hecho conocimiento del director y de la policía de Naxal, y el canalla muy pronto fue arrestado en nuestra presencia, pero el daño ya estaba hecho.

En cuanto finalizó el proceso de adopción de Nikita, Mary solicitó al Reino Unido visados de entrada para su hija, explicando las circunstancias excepcionales que podían justificar el acortamiento de los plazos legales, porque el tipo de adopción interna que ha realizado Mary exige una permanencia posterior en el país de origen de dieciocho meses. Hace muy poco que nuestra amiga ha recibido respuesta negativa de las autoridades británicas, pero nos comentaba esperanzada que ya había preparado la apelación, y confiaba que ahora, con toda la documentación que aportaba, su solicitud podría ser valorada favorablemente. Justificaba la medida de gracia en virtud del beneficio que para la niña supondrá trasladar su residencia a Londres, donde podrá recibir una educación más adecuada a su discapacidad, y podrá beneficiarse de un tratamiento psicológico de más calidad, al tiempo que Mary podrá contar con el apoyo de su familia.

Mary ya ha puesto el caso de Nikita en conocimiento del periódico más prestigioso de Katmandú, y de acuerdo con los periodistas ha decidido hacer público este asunto en el momento en que el canalla sea arrestado y sea formalmente acusado de violación de una menor. Según nos dice, más allá de la importancia de la condena a ese desalmado, la repercusión pública de este caso puede ayudar a que se reduzcan las posibilidades de que algo así pueda volver a suceder.

Este nuevo caso nos ha dolido muchísimo, tanto como aquel de 2008, porque Nikita se había ganado nuestro cariño desde el primer momento, tal vez por su ceguera, pero sobre todo por su simpatía. Los responsables de Bal Mandir tendrán que replantearse las medidas de seguridad del orfanato. Por lo que se ve, cerrar las puertas no es suficiente si el agresor está dentro.

Quien ha hecho esto probablemente llevaba mucho tiempo haciéndolo con otras niñas. Conociendo Bal Mandir, un orfanato superpoblado, donde prácticamente es imposible tener intimidad, no puedo dejar de pensar que ese perturbado ha tenido que contar, sino con el encubrimiento de los otros trabajadores, sÍ al menos con su silencio. Creo que necesariamente alguien ha tenido que ver algo sospechoso y ha preferido mirar hacia otro lado para no complicarse la vida. Me duele comprobar lo tremendamente vulnerables que son estas criaturas, y pensar que algunos adultos que conviven con ellas se aprovechan precisamente de eso, de su desprotección, de su indefensión, de su inocencia, pero también me entristece la cobardía de quienes ante la ignominia prefieren mirar hacia otro lado. Ojalá prospere la denuncia de Mery y el agresor pague su culpa en prisión, pero sobre todo creo que sería bueno para que otros como él no piensen que realizar ese ultraje a un huérfano puede salir gratis.

Katmandú, a 24 de octubre de 2012
José Luis Gutiérrez







CRONICA V.- COMETAS
Estamos intentando que los graves problemas que afectan a Bal Mandir no distorsionen nuestro trabajo con los niños. Hemos venido aquí para pasar algo más de tres semanas con ellos, aprovechando sus vacaciones del Dashain, y debemos ser capaces de desarrollar las actividades creativas que habíamos programado, con alegría, dejando a un lado la preocupación y sin permitir que el desánimo ensombrezca nuestro espíritu.
Los preparativos de una obra de teatro que deseamos representar con ellos el domingo 5 de noviembre, absorben la mayor parte de nuestro tiempo. Este año deseamos volver a utilizar la técnica del teatro de sombras, mezclada con representaciones reales por delante de la pantalla, seis bailes y algunas imágenes de video. Las escenas de video que utilizaremos ya las trajimos grabadas de España, pero ahora tenemos que preparar las transparencias para el juego de sombras. Los ensayos de los bailes van bastante avanzados, gracias a que estas niñas y niños aprenden cualquier danza con rapidez. También hemos realizado ya algunos de los elementos decorativos que lucirán en escena. Aunque no todos los internos tendrán un papel en la obra, hemos tenido que elaborar pulseras, anillos y pendientes con todos. Todavía debemos confeccionar el vestuario, pero ya tenemos muy avanzada la construcción de un dragón que intervendrá en la representación.
Queremos que la obra que vamos a representar esté relacionada con el documental que estamos preparando. Antes de viajar hacia Nepal, decidimos que el objetivo principal del video de este año debía ser dar a conocer los formidables vínculos que se están creando entre España y Bal Mandir, principalmente a través de las dos asociaciones que trabajan en la mejora de la calidad de vida de los internos de este orfanato: “Dididai” y “Ruta 6”. Pensamos que en tiempos de crisis, debíamos aprovechar esta herramienta de difusión para tratar de fidelizar la ayuda de nuestros amigos, muchos de los cuales están sufriendo de manera directa las consecuencias de la crisis económica de España, y también, porque no, intentar ampliar el número de colaboradores que nos ayuden a amortiguar el impacto de la crisis de los orfanatos de Nepal en los niños de Bal Mandir.
Intentaré explicar resumidamente la historia que hemos creado. La hemos titulado:

"La cometa y la ruta mágica"

Érase una vez un niño de doce años, llamado Marcos, que vivía en un pequeño pueblo cerca del mar, rodeado de montañas, en un país muy lejano llamado España. A Marcos le gustaba mucho volar cometas. Era todo un experto. Soñaba con volar la cometa tan alta que, soltando la cuerda, viajara libre por el cielo hasta conseguir dar la vuelta al mundo, pero siempre que lo intentaba, la cometa perdía terminaba estrellándose contra el suelo.
Un día Marcos se acercó a una playa cercana para hacer un nuevo intento, porque allí soplaba un viento muy fuerte. Preparó su cometa favorita, que estaba pintada con los colores del arco iris, y aprovechando el poderoso viento de poniente que solía soplar por las mañanas, hizo que alcanzara la altura máxima que permitía la cuerda, y la soltó.
La cometa se alejó a toda velocidad al tiempo que ascendía muy alto, hasta que la perdió de vista. Pasaron los días y la cometa no regresaba. Marcos empezó pensar que probablemente se había perdido y nunca la recuperaría. Decidió intentarlo de nuevo. Preparó otra cometa, también de alegres colores. Entonces se le ocurrió colocar en el extremo de la cola un pequeño sobre con un mensaje en su interior que decía:
“I come from Spain. Help me to go around the world. Marcos”.
Durante varios días la cometa sobrevoló valles, ríos, ciudades y montañas, hasta que una enorme cordillera se interpuso en su camino. A duras penas logró sobrevolar el Himalaya, pero el aire frío de las cumbres la hizo perder altura, y fue cayendo lentamente hacia el valle de Katmandú.
Los últimos impulsos de la suave brisa la posaron en un extraño lugar denominado Bal Mandir. Allí estaba Sudip, un niño de once años de edad que como él disfrutaba volando cometas. El primer día de las vacaciones de Dashain, Sudip y sus amigos estaban jugando al balón frente a la entrada del orfanato, cuando algo que caía del cielo les llamó la atención. Una hermosa cometa multicolor descendió zigzagueando, chocó contra el tejado del orfanato, y se posó sobre uno de los balcones del edificio. Sudip y sus amigos corrieron en busca de la cometa.
Ha caído en el balcón de la habitación de Dididai –dijo Sudip.
Esa habitación era la más especial del orfanato. Algunas niñas con movilidad reducida, como Roji y Lata, al no poder desplazarse hasta la escuela, recibían allí clases de Pradip y Kalpana.
Si les interrumpimos para pedir que nos dejen salir al balcón y recoger la cometa, seguramente se enfadarán con nosotros –dijo Sudip a sus amigos.
Por eso decidieron tratar de pescarla con una caña, cuerda y un trozo de alambre, a modo de anzuelo, desde la azotea del edificio, un lugar al que los niños de Bal Mandir tenían prohibido subir. Los guardianes de Bal Mandir eran dos dragones llamados Gondra y Drago, también huérfanos, que sobrevolaban de vez en cuando el orfanato para evitar cualquier peligro para los niños. Sudip y sus amigos sabían perfectamente que a Gondra no le gustaba nada que ellos subieran al tejado por temor a que se cayeran, pero era tal la emoción que decidieron desobedecer.
Mientras tanto, en el interior de la habitación de Dididai, Lata miraba hacia el ventanal y se dio cuenta de que una misteriosa cuerda, con un pequeño gancho, descendía en busca de esa tela multicolor que se había posado en el balcón. La cometa empezó a ascender sigilosamente ante la perplejidad de Lata, que no la quitaba ojo. La inquietud de la niña era tal que enseguida Pradip, que estaba situado de espaldas al balcón, se dio cuenta de que algo pasaba en el exterior, salió y rápidamente cogió al vuelo la cometa. Su sorpresa fue mayúscula cuando alzó la vista.
¡Sudip! ¿Qué demonios haces ahí? ¡Baja inmediatamente! –gritó Pradip.
Sudip soltó la cuerda y bajó a la habitación de Dididai con sus amigos. El revuelo había llegado a oídos de Gondra y Drago. Sudip trató de explicarles lo sucedido, pero a Gondra no parecía convencerle. En ese momento sonó una campana y todos se quedaron en silencio. Se trataba de Roji. Quería decir algo y esa era su forma de comunicarse. Kalpana le preguntó qué era tan urgente para interrumpir la conversación y su mirada se dirigió fijamente a la cola de la cometa que Pradip tenía en su mano.
Perdona Gondra –dijo Sudip, –pero Roji acaba de descubrir que la cometa tiene un sobre en la cola.
Lo abrió y leyó en voz alta un papelito que decía:
“I come from Spain. Help me to go around the world. Marcos”.
La sorpresa fue mayúscula. Sudip expresó a Gondra su deseo de devolver la cometa al cielo con un nuevo mensaje. En ese momento llegó Drago, que siempre conseguía que los castigos de su hermana fueran un poco menos duros y le convenció de que le permitiera volarla.
Pradip y Kalpana, contagiados de la euforia de los niños, organizaron una pequeña fiesta de despedida de la cometa.Sudip escribió otro mensaje y lo metió dentro del mismo sobre:
“Children of Bal Mandir orphanage, from Nepal, are helping the Spanish kite to travel around the world. Sudip & friends”.
Mientras Sudip sujetaba con fuerza la cuerda, otro niño impulsó la cometa hacia arriba. Suavemente fue ascendiendo. Cuando Sudip soltó la cuerda, y la cometa se elevó, los niños de Bal Mandir no pudieron contener su euforia. Sin embargo, poco después la cometa empezó a perder altura hasta posarse nuevamente sobre el edificio de Bal Mandir, pero esta vez sobre el tejado. Pradip se encargó de recuperarla. Al recogerla, encontró sobre el suelo de la azotea otra cometa sucia y deteriorada. Sudip pensó que esa otra cometa tal vez vendría del mismo lugar que la anterior, y probablemente no querían volar solas. Con ayuda de Pradip reparó la última cometa encontrada y salió al balcón de Dididai. Abajo, los demás niños observaban con expectación. La primera en volar fue la que habían reparado. Antes de soltarla, Sudip puso la cuerda entre las manos de Lata y le dijo:
Agarra la cuerda fuerte, y no la sueltes hasta que yo te lo diga.
Lata sujetó la cuerda y empezó a moverla suavemente. Cuando las dos cometas cogieron la misma altura, Sudip dio la orden de soltarlas. Danzaron acompasadamente sobre el cielo de Bal Mandir, para después alejarse entre los aplausos y el jolgorio de todos los niños.
Durante varios días las cometas parecieron volar sin rumbo fijo, a la deriva, ajenas a cualquier tipo de ruta prediseñada. Pero lo cierto es que esa ruta invisible existía. Era un pasillo aéreo alrededor del mundo, un mágico corredor que conectaba ese remoto pueblo del norte de España con Bal Mandir.
Un día, mientras Marcos y sus amigos jugaban en la playa, una cometa en vuelo rasante estuvo a punto de ser abatida de un balonazo. Cuando la cometa cayó al suelo, los niños hicieron corro en torno a ella. Vieron que aún conservaba el sobre en su cola. Lo abrieron, y leyeron el mensaje:
“Children of Bal Mandir orphanage, from Nepal, are helping the Spanish kite to travel around the world. Sudip & friends”.
¡Lo hemos conseguido! ¡Lo hemos conseguido! –voceaban todos dando saltos de alegría.
Instantes después, otra cometa cayó cerca de ellos. Marcos echó a correr y cuando llegó a ella, los gritos casi se oyeron desde el pueblo:
¡Es mi cometa favorita! ¡Mi cometa favorita ha vuelto!
Tras los primeros momentos de euforia y emoción, a Marcos le vinieron a la mente muchas preguntas, todas ellas relacionadas con Sudip:
¿Quien será?¿Qué edad tendrá?¿Donde está Nepal?
Entonces pensó que, si las cometas habían sido capaces de dar la vuelta al mundo una vez, lo podrían hacer de nuevo, pero esta vez en lugar de un pequeño mensaje, escribiría una carta con todas las preguntas que se agolpaban en su mente.
Conocedora del camino, la cometa, tardó sólo unos días en hacer la ruta mágica. Sudip y sus amigos se quedaron estupefactos, al ver regresar de nuevo la cometa a Bal Mandir, más aún cuando Sudip descubrió la carta dirigida expresamente a él.




Desde aquel día, la cometa ha dado incontables vueltas al mundo, ha traído y llevado infinidad de cartas, y ha propiciado una formidable relación de amistad entre Marcos y Sudip. Además, los amigos de Marcos y Sudip también se animaron a lanzar otras cometas. En ocasiones se pueden ver decenas de cometas surcando el cielo, formando increíbles bandadas multicolor. Esas cometas han conectado dos mundos muy lejanos, de modo que desde entonces, nada de lo que ocurre en Bal Mandir es ajeno a los niños de ese lejano pueblo del norte de España, y a su vez, los menores de ese orfanato están informados de todo lo que sucede en ese pueblo, y todos ellos se sienten felices al saber que las cometas les han permitido ampliar enormemente el número de amigos.
Katmandú, a 28 de octubre de 2012
José Luis Gutiérrez


CRONICA VI.- PIEL


Cuando esta mañana hemos llegado a Bal Mandir, muchos de los internos estaban ya esperándonos en la puerta del orfanato, algo que viene siendo habitual. Aunque algunos no son capaces de superar el rubor, la mayoría nos reciben con besos y abrazos al estilo español, algo que, según ellos mismos comentan, aquí es extraño. Afortunadamente casi todos han adoptado con agrado esta costumbre como parte del intercambio cultural que implica nuestra visita. Me encanta contemplar ese espontáneo obsequio de afecto, aunque lo cierto es que cuando soy yo el que recibe las muestras de cariño, todavía me gusta más.

Tras los saludos, naturalmente más efusivos con las mujeres de nuestro equipo, nos hemos dirigido como de costumbre hacia la Dancing Room, una habitación oscura y enmoquetada que desde hace varios años se ha convertido en nuestro centro de operaciones. En ese cuarto no sólo ensayamos los bailes, sino que también realizamos los talleres de confección de vestuario, complementos para escena, juegos y todo tipo de actividades.

Hemos comprobado lo tremendamente deshidratada que tienen la piel los niños de Bal Mandir, este año más si cabe, quizás porque el Dashain ha caído más tarde y ya ha empezado a refrescar. Por eso, cuando ayer fuimos a hacer la compra a un supermercado que tenemos cerca de nuestros apartamentos, echamos dos botes grandes de crema hidratante para aplicar sobre la cara de los menores. Al entrar en la sala de baile, los hemos colocado tumbados boca arriba, hemos puesto una música relajante y nuestras chicas han empezado a extender la crema sobre sus caras con un masaje que les dejaba extasiados. Como eran muchos los niños y pocas nuestras voluntarias, las niñas mayores, tras recibir ellas mismas el ungüento y el masaje sobre su rostro, han empezado a ayudarnos aplicando crema a los pequeños.

Empezaron por la cara, pero después continuaron aplicando crema en manos y pies con una delicadeza y cariño que resultaban conmovedores. Me pareció que estaba viviendo uno de esos momentos mágicos que justifican por sí mismos todas las fatigas y preocupaciones que habitualmente implica nuestra actividad en Bal Mandir. Yo contemplaba embobado la escena desde mi silla de ruedas, sin participar directamente en ella, porque requería sentarse en el suelo y utilizar las manos con una agilidad que ya no poseo, pese a lo cual empezaba a sentirme tan relajado como si yo mismo estuviera recibiendo esas caricias. En ese momento, Monika, que debió percatarse de mi expresión de dicha no exenta de cierta envidia, se acercó a mí con la mano llena de crema y empezó a aplicármela sobre la cara. Tras ella vinieron Camchi, Asha y no sé cuántas más porque yo ya tenía cerrados los ojos y me había abandonado completamente a la voluntad de las niñas. Me dieron crema hasta en el pelo, que lo tenían recién lavado, pero no dije nada por temor a desbaratar ese momento de felicidad.

En ocasiones la piel es capaz de conectar con lo más profundo del ser.


Katmandú, a 29 de octubre de 2012.
José Luis Gutiérrez














domingo, 21 de octubre de 2012

PERSONAJILLOS. LUNA DE MIEL


Hay personas que pasan por varias etapas en su vida y una de ellas es la de la luna de miel (en todos los ámbitos)

Somos felices, hacemos las cosas bien, todo marcha bien. Pero en mi humilde opinión todo eso es un “espejismo” sólo eso un “espejismo” tarde o temprano se vuelve a la realidad, las cosas no han cambiado en absoluto y los problemas siguen ahí, porque no se han esfumado, porque no se han solucionado, pero de alguna manera seguimos con las gafas de color “rosa”, seguimos mirando a la otra persona, diciéndonos una y otra vez que son los mejores, nos quieren, apoyan.

Insisto, pero sólo es un “espejismo” en el fondo y muy en el fondo nuestra opinión no ha cambiado, en el fondo y muy en el fondo nosotros seguimos siendo los mismos, porque amigos míos, nacemos y morimos siendo como somos, la gente no cambia.

Se trata de embellecer una realidad que no existe, se trata de buscar culpables entre otras personas, porque nosotros no fallamos!!!, nosotros controlamos.

Pero tristemente, fallamos,  y no controlamos. Somos un desastre (es así), me explico, hay situaciones en las que se requiere adelantarse a los acontecimientos, situaciones en las que se requiere seriedad y profesionalidad, situaciones en los que se requiere claridad ante los demás, situaciones en las que se debe pedir ayuda (no pasa nada por pedirla, muy al contrario ellos van a responder).

En el fondo estos personajillos me producen cierta pena, pero a la vez  alarma y miedo pues como he dicho anteriormente, siempre buscan algún culpable  de su situación, estos personajillos se tapan los un@s a los otr@s  (siempre y cuando les convenga) buscando,  porque para eso son muy ladin@s, al que ésta en inferioridad de condiciones.

Pero ante estos personajillos debo quitarme el sombrero (si lo llevara) pues son los mejores comerciales en todos los aspectos. Saben venderse de maravilla o eso creen ellos (hay un refrán andaluz que dice que las mentiras tienen la patas muy chicas) pero así de pronto te convencen, empiezas a émpatizar con ell@s y hasta admirarlos un poco por el tipo de vida de que llevan.

Entonces es cuando empiezas a conocerl@s, empiezas a darte cuenta de que la realidad es muy distinta, empiezan a llegarte otras informaciones que no tienen nada que ver con lo que te dicen y para mi lo más importante, LA CARA ES EL ESPEJO DEL ALMA.

Pero ell@s no dejan de insistir en la triste existencia que llevan, no dejan de insistir en los sacrificios que realizan a todas horas. Y es cuando empieza a darte una pereza tremenda, empieza a no cuadrarte nada y empiezas a hablar del temas triviales (TV, películas, etc) ya no émpatizas con ell@s, ya no les crees, te han defraudado, quieres irte de su lado ya!!!, y lo mejor de todo los personajillos se dan cuentan, y es cuando empiezan a tomar medidas (alarma!!! miedo!!!)

sábado, 13 de octubre de 2012

IGUALDAD DE OPORTUNIDADES

No deja de sorprenderme las personas, a mi edad y con cierta experiencia, me cuesta mucho entender a estos especimenes .......

Estas personas que no hace mucho tiempo pertenecían a un nivel medio y por mucho que quieran "embellecerlo" siguen perteneciendo a nuestra clase, que han trabajado desde muy jóvenes y ahora la "vida" les sonríe en ciertos aspectos, se permiten el lujo de opinar acerca de la educación, se permiten el lujo de defender ideas de las que sus padres o ellos mismo no hace demasiado tiempo lucharon por "eliminarlas" son los defensores más acerrimos de "el que tiene dinero estudia".....como dice una persona a la que quiero mucho "la ignorancia es atrevida" y en este caso es totalmente cierto.

Las personas que vivimos en Democracia, debemos tener las mismas OPORTUNIDADES, tanto para trabajar ¿he dicho trabajar?, como para estudiar lo que más nos plazca.

Para que una sociedad cambie, debemos procurar que la IGUALDAD DE OPORTUNIDADES en los estudios, sea uno de los temas prioritarios. Es cierto que siempre ha existido y existirá la educación privada pero siempre lo más caro NO es lo mejor....Se me encoje el corazón (tengo) cuando pienso que quizá alguno de mis sobrinos quiera realizar estudios superiores y no tenga los suficientes medios económicos. No quiero que tenga que depender de una "jodia" nota para que le concedan media "beca" eso si tiene más de matricula de honor sino, y aunque suene redundante "estas jodido nuevamente". Se que la vida es una constante lucha. Y que si realmente quieres estudiar, estudias, pero yo no dejo de preguntarme por qué ponérselo tan difícil, por qué depender de esas becas que al final y como siempre, terminan en el bolsillo del que menos lo necesitan.
Por eso me enfado y revelo cuando lees, escuchas (que no es lo mismo que ... oír) que hay personas que han no han podído terminar sus estudios superiores por el enorme coste de la Matricula, que no han podido comenzar sus estudios superiores porque los cabeza de familia no gana lo suficiente para poder pagarle las tasas universitarias, y podría continuar asi largo rato.....

Creo en IGUALDAD DE OPORTUNIDADES, debemos exigir que de nuestros numerosisimos impuestos, la educación aunque no sea gratuita sea accesible para el que quiera estudiar. Insisto debería ser tema prioritario.

DE MANERA PACIFICA



Algo empieza a cambiar en España, la gente empieza a "caerse del guindo" y se revuelve después de no pocos latigazos dados por este puñado de políticos, derechas o izquierdas que más da

Empezamos a no creer en ellos y nos da igual, la imagen que damos fuera de nuestras fronteras, personalmente me importa bastante poco lo que diga un diario de EEUU.

Cada semana el látigo vuelve a caer sobre nuestras espaldas y cómo duele, cada vez más. Duele, sobre todo porque siempre recaen en los mismos, duelen los recortes, duelen los impuestos, duele!!!


Y es cuando decidimos salir a la calle de manera pacifica, para decirles a la cara que ya no podemos más, que empiecen a levantar su culo del asiento y se vayan, pero siempre de forma pacifica, sin piedras, ni botellas, ni botes, etc....


Venimos de todas partes de este país, y algunos a la entrada de la capital les paran, les piden la documentación y hasta los cachean, los tratan como a delincuentes, cuando en realidad son personas que vienen a reivindicar sus derechos, que vienen de manera pacifica a decirles a esos señores que basta ya!!! que queremos que se vayan pero siempre pacíficamente.

Vamos a manifestarnos porque tenemos ese derecho, a manifestarnos donde puedan oírnos, donde puedan vernos y lo más importante donde nos de la gana (ver Constitución) . Cierto es que a veces pagan justos por pecadores, pero en cualquier lucha siempre hay daños colaterales, se que los comerciantes de la zona se quejan, pero apelo a la solidaridad con los más desfavorecidos.

Me parece indignante que en los tiempos en los que estamos viviendo, traen de prohibirnos las manifestaciones, traten de prohibirnos que nos reunamos en la calle y yo me pregunto que será lo próximo señora Cifuentes?? estoy por pensar que mañana en cuanto vea a un grupo de mamas paseando por el Paseo de Recoletos, enviará una patrulla para dispersarlas?? Y cuando vea de tres amigos saludándose?? enviará también a sus fieras, vamos que volvemos a los tiempos del tío Paco se acuerda usted él? estimada amiga??

Por mi parte y con esto termino, seguiré MANIFESTANDOME donde sea menester (como diría mi tío) me ampara ese derecho a mi y a todos que los creemos en la libertad, por qué seguimos viviendo en una Democracia no??