lunes, 31 de marzo de 2014

PUNTO, SET y PARTIDO

Es curioso comprobar la cantidad de antipatías que ha creado la marcha del pasado día 22. Es curioso leer, escuchar a personas que como en mi caso por ejemplo, les dejan mensajes un tanto extraños, mensajes de personas que como yo se hayan buscando empleo, son capaces de defender a este gobierno porque salió vencedor en las urnas, son capaces de escribir que a ellos nos les hace falta ninguna marcha que ya si eso se buscan la vida.

A estas personas me gustaría decirles desde el respeto “que haya ellos” que el individualismo hoy por hoy no funciona, que para conseguir algo uno debe manifestarse, debe hacerse oír, debe reclamar sus derechos, debe ser SOLIDARIO, y aunque es una frase bastante manida “la unión hace la fuerza”.

No era una marcha de extrema izquierda como quieren hacernos creer, tampoco una marcha de extrema derecha (…que repeluqui) éramos cerca de dos millones de personas, que nos manifestábamos pacíficamente por los latigazos que estamos recibiendo casi a  diario por puñado de mandamases. Siempre pacíficamente, siempre respetando a la persona de al lado, siempre respetando las zonas verdes, siempre pacíficamente.

Pero de repente un grupo de “desalmados” hablan de extremistas, para mí que esos no tienen ni puta idea de nada, bueno si, saben pegar, saben dar patadas, saben apedrear, saben cómo hacer que una Manifestación con éxito pase a ser uno de los peores episodios pase a ser una gran escabechina, pase a ser un “punto, set y partido” para el equipo de este gobierno.

Si, efectivamente “punto, set y partido” para el gobierno, porque con la actuación de estos “desalmados” se ha perdido toda la información sobre la marcha, nadie habla del porque no encontrábamos allí, nadie habla de la cantidad de gente que pacíficamente estuvimos reclamando nuestros derechos, estuvimos chillando “si se puede”, nadie habla de la cantidad de familias, de la cantidad de gente joven y mayor que sostenían pancartas (educación, sanidad, preferentes, hipotecas, trabajo, etc), nadie habla del ambiente tan cordial que se percibía, no, sólo se habló y continua hablándose de estos desgraciados que pagados o enviados por vete tú a saber por quién, reventaron la Marcha, dándole una oportunidad de “oro” a el gobierno de la Comunidad, así como al Ayuntamiento de Madrid.

Ya lo veis, dentro de poco, por no decir YA serán ellos, los que nos digan dónde, cuando, a qué hora y  aforo (para esto último, seguro que lo controlan de maravilla) podremos manifestarnos.

Y yo que soy muy mal pensada, lo reconozco, me pregunto si no habrá algo detrás de todos estos desalmados, huele a Botella (bueno quién dice Botella, sabe que hablo de
Fray Gallardón) pero,  me huele más a Cifuentes, recuerdo que hace más o menos dos años dijo, que no podían consentirse tantísimas Manifestaciones que venían haciéndose en el centro de Madrid.

Si, si que soy mal pensada, porque mira tú por dónde, les ha salido casi “rodadito” para tener más fuerza todavía y así, aprobar La Ley de Seguridad Ciudadana, fíjate tu por donde, ella, la Cifuentes con esa carita de no haber roto un plato, dice ahora que se ha enterado a través de la prensa de la propuesta de la Botella ósea de Fray Gallardón y ella pobre, se entera a través de un teletipo, ¡¡vaya por Dios!!, ande luego, como son ehhhh.

Me parece indignante que en los tiempos en los que estamos viviendo, traten de crear una Ley como esa y encima con malas artes. Tratando de hacer creer a la gente que manifestarse, reivindicar, puede traerles consecuencias. Me indigna que traten de prohibirnos que nos reunamos en la calle y al mismo tiempo me gustaría hacerles una pregunta  ¿qué será lo próximo señora alcaldesa?, ¿qué será lo próximo señora delegada del gobierno?.

Quizá desgraciadamente muy pronto, envíen ustedes a una patrulla para dispersar a los grupos de mamas que se quedan de palique en la puerta del cole, o quizá envíen ustedes a la patrulla a los parques para dispersar a los grupos de personas que tranquilamente pasan un rato jugando a la petanca.


Pero yo, seguiré manifestándome, seguiré diciendo “si se puede”, donde me puedan escuchar, donde me puedan ver, no creo de ninguna de las maneras que se genere ningún tipo de daños colaterales como dice nuestra Alcaldesa (que por lo visto, ha vuelto a su antiguo peluquero) vivimos todavía en un país democrático, o eso creo.

domingo, 23 de marzo de 2014

OS ECHE DE MENOS




Ayer 22 de marzo estuve en la Marcha por la Dignidad, a decir verdad había mucha gente, muchísima gente, pero eche menos a mucha más, por ejemplo a ti que en los corrillos te gusta hablar de política, o a ti que siempre hablas de lo que deberíamos hacer, o a ti también, que sonríes diciendo que esto es un desastre, que lo que nos pasa es que no nos movilizamos, que hay que dejar de tener miedo y lanzarnos a la calle.

Supongo que por la tarde a todos esos que no fueron y que desde su sillón seguían con todo lujo de detalles lo que la televisión les mostraba, opinarían y hasta discutirían de cómo ellos lo habrían hecho, supongo también que comentarían la cantidad de gente que fue a la Marcha, pero desde su sillón, ese sillón que ya tiene la forma echa de tu trasero y en que te encuentras tan a gusto.

Os eche de menos, porque aunque se habla, de una cifra de cerca de 2 millones de personas, que ya son personas, faltaba gente, vosotros que seguís en paro, que seguís sin poder enviar a vuestros hijos a la Universidad, que seguís sin poder pagar una hipoteca. Esos que se quejan de lo mucho que trabajan y de lo poco que les cunde el salario, esos que para pasar una noche en el hospital con su enfermo tienen que llevarse de casa una almohada y una manta porque allí no se la van a dar, porque sencillamente no hay.

Os eche de menos y ahora me refiero a vosotros señores de esta España de izquierdas, a vosotros socialistas y sindicalistas, no te vi Cándido, no te vi Toxo, no te vi Elenita, no te vi Alfredo, ni a ti tampoco Eduardo ni tampoco estaba Oscar, ni tampoco vi a los jueces esos que hacen tan indignados dicen que están, no quiero olvidarme de esos periodistas, esos de las tertulias políticas, esos defensores de la dignidad, estandartes de la libertad y de la igualdad, tampoco les vi.

Es cierto que no era una movilización de partidos políticos, como me recordó hace pocas horas la plataforma Marea Blanca.

Copio y pego:
 
1. Marea Blanca ‏@EsMareaBlanca 13 hMarchas
por la Dignidad en todo el mundo pic.twitter.com/Bhe7hZYMGz
2.AURORA LOPEZ RGUEZ ‏@tataaurory 13 h@EsMareaBlanca Yo estaba también, pero
dónde estaba el PSOE y los Sindicatos?

3.Marea Blanca ‏@EsMareaBlanca 13 h@tataaurory No era una movilización para
partidos políticos o sindicatos, sino para ciudadanos

4. AURORA LOPEZ RGUEZ ‏@tataaurory 13 h@EsMareaBlanca Pero los partidos políticos
nos lo dirigen personas? ¿no son ciudadanos también?

5. Marea Blanca ‏@EsMareaBlanca 13 h@tataaurory Veo que no has entendido el fin
de la movilización. Es una manera de reclamar dignidad y derechos ciudadanos,
no políticos.
 
Y desde aquí me gustaría responderles siempre desde el cariño y el respeto, que a lo mejor, y como personas de “carne y hueso que son” deberían haber apoyado dicha marcha, reclamar los derechos y la dignidad de las personas. Personas que tienen un día a día cada vez más duro, os lo aseguro, que juntos podemos conseguir que dejen de estrujarnos, de pisotearnos. Como individuos deberían haber estado allí, sin discursos, sin fotos, sólo como personas normales y corrientes, deberían haber acompañando a esas personas que iban en silla de ruedas, a ese grupo de invidentes que con su megáfono en mano no dejaban de cantar coplillas, deberían habernos hecho sentir su apoyo, sentir que están con el pueblo.

Creo que en ocasiones tendría que olvidarse de la política, y saber donde se DEBE estar, y ayer pudo ser un buen día para hacerlo, olvidar por unas horas “el tú más” y estar al lado nuestro.

domingo, 16 de marzo de 2014

¿Y TÚ, DÓNDE ESTABAS?



Esa es la pregunta que me he hecho esta misma mañana escuchando en la radio y más tarde en televisión cuando celebraran el décimo Aniversario de las víctimas del 11 M.

Es uno de esos recuerdos, que vuelven a ti, año tras año y que recuerdas con todo lujo de detalles, han pasado diez años ya, pero lo recuerdas, con toda nitidez, y porque no, con rabia.

Recuerdas, que estabas haciendo, con quien estabas, recuerdas la expresión de sus caras en ese momento.

En mi caso, recuerdo que tanto en el atentado del 11 de Septiembre en Estados Unidos, así como en el del 11 de Marzo en España, me encontraba con la misma gente, estaba en la misma empresa, en la empresa en la que trabajé durante algo más de 19 años, donde empezó a trabajar Javier, un “chaval” muy pizpireta, bajito, con su traje del Hipercor y su maletín, siempre de acá para allá, haciendo todo tipo de recados para el que era por aquel entonces el tercero en la línea de sucesión de la empresa y que en la actualidad es el Presidente (recordáis Panamá?).

Recuerdo que nos estábamos trasladando a nuestras nuevas oficinas y había bastante caos, cuando uno de los compañeros, pregunto si alguien tenía una radio. Eran más de las 10 de la mañana, yo saque mi vieja radio conectándola de inmediato. Tenía una cristalera bastante grande a mi lado y mientras escuchábamos lo que estaba aconteciendo en esos momentos, mire a través del cristal, parecía mentira que en toda la calle Velázquez no se oyera ni un ruido de coches, no había gente pasando por el paso de cebra, de vez en cuando, pero muy de vez en cuando se oía el ruido de alguna moto, pero nada más.

Continuábamos escuchando la radio, y trabajando …había que producir y cada noticia era peor. Recuerdo al reportero, que alguna que otra ocasión, era incapaz de describir lo que estaba sucediendo, “no puede ser” “no puede ser” y su voz se quebraba. 

En mi caso, no era capaz de concentrarme, no tenía ganas de trabajar, por un momento me olvide de “producir”, miré a través del cristal de nuevo, la calle Velázquez seguía vacía, el paso de cebra seguía vacio, las pocas personas a las que pude ver, parecían que vagaban sin rumbo.

Todos pensábamos en que la “maldita ETA” lo había vuelto hacer “asesinar”, se habían pasado de la raya, estábamos convencidos de ello, pero al poco tiempo desmintieron la noticia, ETA había enviado un comunicado desvinculándose de tal masacre. 

Cuando nos disponíamos a bajar a la calle para ir a comer, nos encontramos a la secretaria del Consejero Delegado (actual Presidente) que entre sollozos nos dijo, no sabéis que le ha pasado a Javier, sin poder dejar de llorar, ¿pero qué dices? le dije mientras trataba de calmarla. Javier, volvió a decir, el grupo nos miramos los unos a los otros, no comprendíamos lo que nos quería decir, ¿Javier? ¿Javier? volvió a decir otro compañero, si, mi Javier, mi compañero, dijo de nuevo.

El ascensor, abría y cerraba las puertas pero nadie del grupo subía en él, recuerdo claramente el “clin metálico” de las puertas, permanecíamos clavados al suelo no podíamos movernos.

¡Cálmate!, le dijo otra compañera y cuéntanos que ha pasado. Quitándose las gafas empezó a frotar los cristales de las mismas con el filo de su blusa, mientras nos relataba como llego Javier a su departamento, con el traje manchado de polvo, manchado de sangre, como se sentó en su mesa y empezó a mover papeles, no deja de mover papeles, dice, limpia el maletín como si se tratara de un autómata. Los puños de su camisa, prosigue, están manchados de sangre, pero él solo frota su maletín y después vuelve a su mesa, a sus papeles.

Ángel (su jefe directo en esos momentos) está a su lado tratando de convencerle para llevarle al Hospital, pero Javier sólo responde que está bien, que en cuanto encuentre esos dichosos papeles se marchara a terminar las gestiones que la mujer del Consejero Delegado de mando hacer.

Como dije anteriormente el traslado se estaba efectuando poco a poco quedando en esos momentos la Dirección al completo y unos pocos más, Ángel mano derecha del Consejero Delegado, se había trasladado allí junto con su equipo, en el que se incluía a Javier.

Recuerdo también con ella llevaba un portafirmas en los brazos y un teléfono móvil, recuerdo que cuando estaba terminado de relatar lo sucedido, sonó de nuevo el teléfono, era Ángel, sin querer o queriendo, ella conecto el manos libres y se le notaba bastante asustado, Valle, grito, me escuchas, ella afirmo con la cabeza a la vez que le gritaba, si te escucho, ¿qué pasa Ángel? con voz entrecortada, ¡¡Javier!!, grito de nuevo, se lo está llevando el SAMUR, está mal Valle, está mal, volvió a decir.

Ella con un hilo de voz, volvió a preguntar ¿pero que le ha pasado? y Ángel con voz de derrota, le dijo, que ha explotado, ¿cómo? volvió a preguntarle Valle, pues eso, que Javier no lo ha soportado. Estando en su mesa, observe como por uno de sus oídos empezó a salir un hilo de sangre, me asuste Valle, le relataba, le dije a José Antonio que llamará a los sanitarios, cuando volví con él, se había desmallado encima de la mesa.

Valle no dejaba de llorar y decidí coger el teléfono, invitándole a que se tranquilizara, ¿dónde estás? le pregunte a Ángel, voy con él en la ambulancia, nos llevan a la Paz, esto es tremendo!! ¡¡tremendo!!

Por la tarde y más tranquilo nos enteramos que Javier se encontraba “bien” había tenido un ataque de pánico, debido al stress sufrido, un tímpano algo tocado, pero fuera de peligro, los médicos decidieron sedarle, le hicieron dormir para mitigar su dolor.

Al tiempo Javier volvió a incorporarse al trabajo, sin hacer ningún ruido, como si nada hubiera pasado, con una novedad, la empresa le concedió un vehículo “un Clio blanco” para realizar su gestiones por Madrid, no volvería a utilizar ningún transporte público en sus horas de trabajo.

Javier, ahora tenía su vehículo propio, su plaza de garaje, su maletín, su teléfono móvil, su traje nuevo del Hipercor y un poco de sordera. Él se incorporo a trabajar, y continuo con su vida, pero en esa terrible masacre perdió su cara “chico travieso” su mirada alegre, sus bromas, su buen humor. Él se incorporo a trabajar, pero Javier el chaval pizpireta, el zascandil de la empresa, murió el 11 de Marzo de 2004.

viernes, 7 de marzo de 2014

MIGUELITO Y LA CAJA

Se habla estos días de este individuo (si, definitivamente, “individuo”) que ha engañado, estafado a personas corrientes, personas trabajadoras, personas de andar por casa.

Personas, que a base de muchos esfuerzos guardaron todos sus ahorros para lo que les pudiera suceder en un futuro, que por cierto es bastante incierto, para poder pasar una vejez más desahogada, para poder ayudar a sus hijos en caso necesario,un dinero, que es suyo de nadie más, pero que desgraciadamente y con “muy  malas artes”, se lo quitaron y se lo quitaron TODO.

Lo tenían todo muy bien pensado, ofrecerían su producto a personas muy concretas a personas conocidas del barrio, esos de los que iban a poner la cartilla o cartillas  “al día”, esos que iban con sus cartillas a sacar el dinero para la compra de la semana, esos que abrían una cuenta para poder irse unos días de vacaciones con la familia, o abrían una cartilla para la universidad de los chicos. Esos que poco a poco y como decía la Maura  “tacita a tacita” consiguieron pagar su piso, consiguieron marchar unos días a Santa Pola de vacaciones, y consiguieron enviar alguno de sus hijos a la Universidad.

Eran personas normales y corrientes donde por primera vez abrieron una cuenta en la Caja de Ahorros, donde más tarde confiaron sus ahorros a Caja Madrid, y donde finalmente fueron engañados, estafados por Bankia. Personas siempre fieles a una entidad.

Se hablado mucho de Miguelito y la Caja, pero a mí me da por pensar un poco (muy poco, si lo hago demasiado, me duele la cabeza) y me digo a mi misma que él junto a otros estafadores organizaron todo este “tinglao” enviaron ordenes muy concretas a todo el grupo, bien, hasta ahí de acuerdo, pero los ¿directores de las sucursales no son tan estafadores como Miguelito y sus secuaces? ¿no tienen la misma responsabilidad que ellos? ¿no fueron ellos quien hicieron el trabajo sucio, estafar a sus clientes?.

A mí me parece que sí, no tuvieron el menor escrúpulo en ofrecer a estas personas estos productos, ellos llamaban a estas personas hasta que les hacían firmar  y porque no decirlo “su sentencia de muerte”, los engañaban diciéndoles la gran rentabilidad que les iban a dar, les engañaban diciéndoles que era un producto único (y tanto digo yo), les engatusaban con una serie de palabras técnicas que nosotros “lo de andar por casa, no entendemos. ¿No tienen ellos alguna responsabilidad también?.

No quiero que se me entienda mal, ni mucho menos, para mi Miguelito NO debía de a ver salido de la cárcel, debería estar con sus amigotes Bárcenas, Díaz Ferrán y compañía contándose lo bien que se lo pasaban en sus cacerías, mientras juegan una partida de domino, y no yendo a declarar  desde su casita y encima escoltado por la policía nacional, policía que pagamos todos nosotros.

¿De qué tiene miedo, Miguelito?, lleva un coche blindado ¿no es así?, aunque manifestase no hace mucho tiempo que “era un coñazo” ¿de qué tiene miedo Miguelito? quizá porque reconoció el engaño,  la estafa que se le ha hecho a estas personas, pero que a la vez se permite del lujo de declarar y cito textualmente:

” La comercialización de las participaciones preferentes, Blesa ha asegurado que es consciente del perjuicio que se ha hecho a los pequeños ahorradores, pero ha añadido que, en su caso, no admite haber hecho daño con ellas. Al respecto, ha aclarado que quienes invirtieron en preferentes no decían "nada" mientras cobraban intereses, pero "las cosas han venido mal y ahora viene la tragedia".

¿De qué tiene miedo, Miguelito?,

Pero, yo insisto que va a pasar con toda esa gente, me refiero a toda esa “gentuza” que trago, bien por miedo, bien porque se deben de llevarse muy poco con Miguelito, bien por llegar a los dichosos objetivos, …vete tú a saber.

¿Dejaran que se vayan indemnes?

Imagino que para alguno de ellos no debió nada agradable, pero también imagino,  que igual que su “jefe” no tuvieran ningún escrúpulo en engañar, estafar, uno a uno a todos de sus "mejores" clientes, tengo la certeza, que alguno de ellos, tendrían y tendrán todavía problemas para poder conciliar el sueño.

Me pregunto qué habría pasado si uno sólo uno de ellos hubiera levantado la mano y hubiera dicho “yo no puedo ofrecer esto, a mis CLIENTES, esto es una verdadera estafa”, que abría pasado si a ese, le hubiera seguido otro, y al otro, otro, otro.


A lo mejor, sólo a lo mejor dormirían como unos verdaderos “angelitos”.