domingo, 27 de abril de 2014

COMPARTIDA LA VIDA ES MÁS

A mí el teléfono móvil es uno de los artefactos  de las nuevas tecnologías que me sobra,  soy de las que lleva el teléfono en el bolso para hacer bulto lo reconozco, si suena no lo oigo y si lo escucho, nunca, nunca lo encuentro, suena y suena y yo de los nervios, nada, que no lo encuentro, en el coche no existe, en su lugar llevo a mí Pepa particular que es una GPS muy aplicada, siempre anda actualizándose, para no perdernos, nos llevamos bien. El guasa tampoco me va demasiado, soy lenta, nada ocurrente y encima muy torpe escribiendo, internet tampoco lo utilizo, definitivamente no dependo de la telefónica móvil. Es más, los fines de semana, libra, vamos que se queda en casita tan ricamente, ni me echa de menos ni yo a él.

¿A qué viene está confesión? Pues a que a principios del mes pasado (Marzo) recibí una “amable” llamada del departamento comercial Movistar, Lizy me dijo que se llamaba, para comunicarme que estaba pagando de más. Por una parte pagaba el Adsl más teléfono fijo, y  por otra el teléfono móvil.

La verdad  es que (que castizo) lo sabía, pero pagaba tan poquito de móvil, cuando digo poquito es muy poco, que no me importaba tener facturas diferentes, a lo que la amable Lizy  me hizo ver que con la tarifa Fusión Mini, todavía me ahorraba algo de dinero, no mucho, pero algo sí.

Cuando Lizy escucho las palabras mágicas “me interesa”, empezó a relatarme de carrerilla, que además me iban a dar internet, un terminal nuevo, no sé cuánto tiempo gratis en llamadas a teléfonos móviles y a cambio yo me comprometía a estar un año con Movistar.

De acuerdo, la volví a repetir. Por mi reloj llevábamos casi quince minutos, entre esperas y no sé que más, pero lo que no sabía es que todavía me quedaba como otros veinte minutos más de teléfono para terminar de contratar la dichosa tarifa.

…Un momento Sra. López, por favor no cuelgue Sra. López estamos realizando los cambios, gracias por la espera Sra. López, por favor no cuelgue Sra. López, gracias por la espera Sra. López, así casi otros veinte minutos horrible.

Y una vez realizada la gestión ¡¡por fin!! la llamada del 1004 para hacer la valoración. Lizy, se lo había currado y marque el 8, colgando definitivamente mi teléfono fijo. A los pocos minutos empiezo a recibir una serie de mensajes dándole la bienvenida a Movistar Fusión y otros dos más con el código para recoger mi Galaxy Mini Young.

Ese día decido que tengo que hacer algunas gestiones más importantes que ir a recoger el teléfono, me hacía tanta ilusión, como ponerme a correr alrededor de la Peineta (estadio olímpico, o lo que queda de él) así que pasados algunos días más y porque tuvimos que ir a comprar unas “cosillas” al Carrefour, me acuerdo que tengo que recoger el teléfono, así que antes de entrar y coger mi cestita, entro en la tienda de Teabla uno de los distribuidores de Movistar en el Centro Comercial de las Rosas. Cuando llego después de esperar un buen rato en la cola o fila (a elegir), saco mi teléfono y les enseño el mensaje de Movistar, la dependienta muuu (je,je) amable, me mira sonriendo y me dice que los tienen agotados, pero que recibirán el pedido el próximo viernes, que vaya a verlos entonces.

Bien el viernes me acerco de nuevo y vuelven a decirme siempre sonriendo que los tienen agotados, que Movistar les envían pocos terminales, miro el reloj y no eran las doce la mañana, amablemente me vuelven a decir que el martes reciben otro cargamento que me pase de nuevo.

Con la misma amabilidad les pregunto que si no pueden reservarme uno y que el día y hora que ellas me digan yo, estaré allí como un clavo, vuelve a sonreír, diciendo que es imposible, que no pueden hacerlo de ninguna de las maneras.

Esa misma tarde salgo a dar una vuelta por la calle de Alcalá y mira tú por dónde, paso por otro distribuidor de Movistar y curiosamente de la misma empresa Teabla, no llevo demasiada prisa y paso con mi móvil en la mano y el mensaje en la pantalla, recibo la misma contestación (tenemos agotadas las existencias, pero el martes vamos a recibir más, ¿por qué no se pasa?.

Dejo pasar los días, la verdad es que no me apetece estar peregrinando por un teléfono, pero claro tengo un angelito negro que me dice “sabes que lo estas pagando, te lo han ofrecido, tienen que ir a por él aunque no valga mucho, es tuyo”.

Tiene razón, como en otras ocasiones, y me pongo manos a la obra, me acerco de nuevo a la tienda y vuelven a contarme lo mismo, saliendo de allí, decido llamar al 1004 y le cuento a  Lola del departamento de reclamaciones, lo que me está sucediendo, ella muy bien aleccionada, me atiende poniendo la reclamación y dándome toda la “coba” que sea necesaria, pero el angelito negro vuelve a decirme “no seas tonta, no te ha hecho el menor caso, mañana les vuelves a llamar”,  así lo hice, hasta el punto que pedí que me dieran de baja el servicio, que me quedaba como estaba anteriormente, entonces, me pasaron al departamento de bajas, pasándome con José Antonio comunicándome  que dicha baja me costaría unos 125 Euros.

Me quede sin palabras y le dije que no era eso lo acordado, José Antonio frío como un tempano me volvió a repetir la cantidad  preguntándome si ya lo había decidido, le  colgué (sé que actué mal) pero la rabia me pudo.

Han pasado algunos días y he seguido con mi particular peregrinación por las tiendas de Movistar, han pasado los días y mis llamadas al departamento de reclamaciones de Movistar han continuado.

Decirles que por mi parte, me siento estafada, engañada y  defraudada, que yo, Aurora López Rguez., nunca exigí un terminal, para contratar la tarifa Fusión Mini, fue Lizy, la que me lo ofreció como parte del pack. No quiero un nuevo terminal, no me interesa, pero no me gusta que me tomen el pelo, no me dan ninguna solución, solo palabras amables, no me gusta pagar por algo que no tengo.

Si ustedes están ofreciendo un producto, una oferta de las que no son capaces hacer frente, cambien de estrategia, todos sabemos que desde hace tiempo que “la barra libre” con la telefonía móvil se acabo, sabemos que si queremos “fardar” con un artilugio de estos, nos lo tenemos que pagar. Ofrezcan su servicio de Adsl, ofrezcan su internet en el móvil y sus  minutos gratuitos en llamadas,  sin más, pero no engañen a la gente, no nos hagan pasear y pasear, aunque algunos no tengamos otra cosa que hacer.  


¿Compartida la vida es más? Frase para reflexionar.