lunes, 27 de octubre de 2014

EXCELENCIA.:

Después de reiteradas llamadas telefónicas me dirijo a usted  por este medio, para exponerle mi caso, para mí de primera necesidad.

Como ya le comente a uno de sus súbditos quisiera ir a residir a ese país así como  adoptar la nacionalidad, renunciando a la mía para siempre, Excelencia. Este a su vez me comunico que no era fácil, dada mi nacionalidad “española”.

…Ya sabe usted señorita,  que aunque muy lejos de donde usted reside, nos llegan noticias de ustedes bastantes feas. No es fácil que obtenga usted la residencia y mucho menos que pueda usted nacionalizarse, termino diciendo.

Excelencia, no quiero que piense que es un arrebato, o capricho, no Excelencia, no lo es, para mi es bastante doloroso tener que abandonar este país.

Pero deseo desaparecer de una vez por todas, no aguanto más tanta sinvergüencería, estoy cansada de que se rían de mi, Excelencia, no lo aguanto más, y por eso decido tirar la toalla, coger mis bártulos y marcharme definitivamente.

No quiero que piense que soy cobarde, no creo que lo sea, pero son tantas las tropelías que se comenten todos los días. La corrupción se ha apoderado de este país, y lo  peor de todo Excelencia, empezamos a que sea una cosa cotidiana en nuestro día a día, limitándonos a decir,  “otro más que se lo lleva calentito”.

Excelencia,  estando usted al corriente de la situación actual en la que se encuentra mi país, si me lo permite le haría un pregunta ¿No le da ganas de echar a correr, sin mirar atrás y tener una oportunidad para empezar de nuevo?

Mi país era uno de los países donde gente de otras nacionalidades venían a buscar nuevas  oportunidades, donde venían con la esperanza de dar a sus hijos otra vida, lejos de corrupción miserias y hasta de guerras. Pero ahora Excelencia, somos nosotros los que nos vamos, unos por necesidad, y buscar  una oportunidad para vivir dignamente y otros como yo, por vergüenza, por no estar acostumbrada a vivir en este nido de “mafiosos” de “gente de mal vivir” porque son eso “gente de mal vivir”, de ladrones de “guante blanco” o mejor dicho sin él, dejando huellas en todas partes. Pero lo peor de todo es que no les pasa nada de nada, tan solo les hacen pagar una fianza, que por supuesto tienen, aunque esta sea millonaria, y renunciando a su afiliación política por eso del qué dirán.

Excelencia, como ya le mencioné un poco más arriba, ese es nuestro día a día, mientras, nuestro Presidente intenta convencer a todo el mundo, que vamos poco a poco sacando la cabeza, que está crisis, pero yo siempre me hago la misma pregunta ¿no será está crisis debida a ellos, me refiero a toda esta corruptela que sigue campando a sus anchas por este país?

Excelencia, cada vez que pienso en la cantidad de dinero que estos mangantes, mafiosos, ladrones, estafadores etc. se han llevado a sus casas, cada vez que veo como han vivido y como muy a mi pesar siguen viviendo, me paro a reflexionar y me digo, solo con la mitad del dinero que devolvieran salíamos de todo esto, si tuviéramos unos jueces como deben ser, enviarían a todos estos vividores a la cárcel de por vida, si los de andar por la calle tuviéramos los arrestos necesarios para salir día tras día a la calle y denunciar todos estos fraudes, engaños, ROBOS, a lo mejor conseguíamos cambiar, conseguíamos que esta gentuza devolviera el dinero ROBADO, conseguíamos que pagaran por lo que han hecho.

Excelencia, pero no hacemos nada, seguimos diciendo “otro que se lo ha llevado calentito” mientras que algunos de nosotros, no sabemos si podremos pagar el recibo de calefacción de este invierno, mientras que algunos de nosotros cada más no sabemos si al acudir a la Sanidad Pública nos atenderán en condiciones, mientras que algunos de nosotros..., tantas y tantas cosas que están mal, que no son justas. Mientras  algunos de nosotros decidimos marcharnos cabizbajos, apenados, pero nos queremos marchar porque nos da vergüenza vivir aquí.

Por eso Excelencia,  le rogaría tuviera a bien admitir mi solicitud  de ingreso en ese país, manifestándole que soy persona  trabajadora, que paga religiosamente sus impuestos, que respeta a su prójimo,  y que lo único que desea es vivir en un país, digno, un país serio, un país de donde uno pueda estar orgulloso. Desgraciadamente, para este en el que he vivido siempre, no lo es.

Le saluda atentamente,

Fdo.: LA CHICA DE LAS FOTOCOPIAS


3 comentarios:

  1. La verdad es que el tema propuesto para debatir me apena, pero la clave de todo está solo en una palabra, que refleja nuestra mentalidad.
    Esa clave está en el segundo párrafo, novena palabra, la "chica de la fotocopiadora" considera mejor un país imaginario, y se dirige a "su excelencia", después de hacerlo a uno de sus "súbditos".
    Esa palabra (súbditos) indica que el país gobernado por "su Excelencia", no es una democracia, y señala dos cosas:
    1) que inconscientemente añoramos que "papá Estado" nos proteja teóricamente, como lo hacía en tiempos de la Dictadura, donde éramos súbditos y no ciudadanos (y ojo que digo proteja teóricamente, antes que alguien me califique de añorante de aquellos años).
    2) que aún siendo ciudadanos nos comportamos como súbditos, viendo mejor, aunque lo nuestro tenga muchos defectos, el totalitarismo foráneo que la imperfecta democracia casera.
    Como ciudadanos tenemos no solo derechos, sino también obligaciones, y entre estas últimas está la protesta (si la obligación de protestar, no el derecho a protestar), y si ejercemos esa protesta el camino será largo, nos llevaremos más de un revolcón, pero al final prevalecerá la razón, la Justicia y la decencia.
    La Democracia no es algo que nos venga dado, no es salgo que nos venga de un documento (por muy Constitución que se llame), es algo que dimana de la soberanía popular, que es algo que debemos ejercer todos y cada uno de nosotros.
    Por muy cansados y hartos que estemos, aportemos nuestro granito de arena; granito de arena que dificulte que sus ruedas sigan girando, y también sirva para construir un sólido edificio para nuestros hijos y nietos.
    Entonces seremos ciudadanos y dejaremos de ver mejor el régimen de "su Excelencia" repleto de súbditos.

    Comento como anónimo, pues no quiero acceder por ninguna red social, pero para quien le interese mi mail es: jmpresol@hotmail.com

    ResponderEliminar
  2. Pues no tengo más remedio que darle la razón a jmpresol. Que los dioses nos libren de los indignados que tiran al niño con el agua sucia del barreño. Hay que cambiar muchas cosas, sí, pero también conservar muchas otras que merecen la pena. Basta con echar una ojeada al mundo. Y no digamos si se es mujer, porque entonces solo cabe ser ciudadana, nunca súbdita.
    Un abrazo a todos.
    Perdonad, pero yo tampoco soy de redes.
    Si hace falta me identificaré.

    ResponderEliminar
  3. A mis dos anónimos les diría, que estoy abochornada de vivir en este país, donde la corrupción, campa a sus anchas.

    Estoy avergonzada de desayunar todos los días con algún caso de corrupción y que nosotros los de andar por la calle, no hagamos NADA, me indigna tanta pasividad, a lo mejor lo da nuestro carácter, vete tú a saber.
    Pero me gustaría saber ¿qué más nos tienen que hacer estos sinvergüenzas para lanzarnos a la calle, para dar un puñetazo en la mesa y decir al unísono BASTA YA… HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO? ¿Qué más nos tiene que suceder?

    Estoy muy harta de tantas tertulias, estoy harta de tertulianos que parece ser tienen la poción mágica, estoy harta de los corrillos donde mira tú por donde todo el mundo opina, donde todo el mundo se indigna y chilla eso sí, bajito.
    Efectivamente es un país ficticio donde hay Excelencia y Subiditos, y una carta ficticia también. En ningún momento hablo de que sea mejor vivir en una Dictadura que en Democracia. Ni mucho menos.

    Nos costó mucho, nada más ni nada menos que 40 añitos en quitarnos el mochuelo de encima que os recuerdo murió en su cama, tampoco hubo narices a echarle del país.

    Gracias por leerme estimados anónimos.

    ResponderEliminar