…Y dale molino, refunfuña Mariano mientras ve la televisión en su
sillón favorito, ¡anda qué!! repite,
mientras, Carmen, su mujer está dejando preparada la comida del
domingo le chilla ¡qué
dices!, ¡no te entiendo!.
Nada mujer, no hablo contigo, hablo con estos, los de la tele, termina
diciendo
Mariano y Carmen son una pareja
de profesores ya jubilados, casados como Dios manda y padres de tres hijos.
Hijos que volaron del nido no hace tanto tiempo y que su lugar ha sido ocupado
por una gran televisión de última generación.
¿Ya estás peleándote con los tertulianos? le dice Carmen, mientras abre la puerta del mueble bar y saca
la botella de brandy para echarle un culín al guiso de carne. Mariano parece no
escuchar a su mujer, continua atento a la tertulia mientras no deja de mover la
cabeza.
Carmen por fin se ha sentado, se
ha acercado la mesa bajita y ha puesto los pies encima de ella, por fin ha
terminado su jornada, dejando los detalles finales de la comida para primera
hora de la mañana. Ella mira a su marido y todavía siente admiración por
él, no lo puede evitar, todavía ve en Mariano aquel profesor que daba clases en
la Universidad, todavía recuerda como se llenaban sus clases a diario, y como alguno
de los tertulianos acudían a sus clases, vuelve a mirar a su
marido y sonríe pensando en cuando alguno
de ellos le sacaba de sus casillas, pero él con ese talante que tanto le
caracterizaba siempre terminaba la
discusión con la misma frase:
“...Usted
llegará lejos en política".
El éxito de las clases de
Mariano, residía en que imperaba la libertad de expresión, cada uno de los alumnos podía decir
libremente lo que pensaba, podía hablar de sus ideales políticos sin ningún
reparo, Mariano sólo ponía dos normas a principio de curso Respeto y Educación.
Uno de los días en los que ella acabo las clases antes que su marido,
decidió entrar y quedarse como siempre atrás del todo, siempre de “oyente”
nunca opinaba. Ese día, era como todos, la clase llena, manos levantadas, cuadernos
abiertos, manos dispuestas a escribir rápidamente miradas ansiosas de información, y Mariano en
el centro del aula, con unos papeles en la mano.
La clase se quedo en silencio,
esperando a que Mariano diera el escopetazo
de salida, todos en silencio y Mariano con su taco de papeles todavía en la mano.
¿Hay aquí alguna persona corrupta?, dijo finalmente Mariano, la
clase siguió en silencio, Carmen escribió la pregunta rápidamente y a continuación,
miro a su alrededor.
¿Hay aquí alguna persona corrupta?,volvió a insistir Mariano.
Estoy esperando, dijo
mientras dejaba sobre su mesa los
papeles que llevaba en la mano.
Empezó a oírse un incomodo
murmullo, en el aula, los alumnos se
miraban los unos a los otros, con cara de sorpresa, se miraban los unos a los
otros expectantes, se miraban los unos a los otros esperando ver la primera
mano levantada, pero sólo se oía ese incomodo
murmullo.
¡¡Bien!! dijo al fin Mariano, enhorabuena
a todos, volvió a decir, por fin he
encontrado a ciento setenta personas no corruptas.
Sin mediar palabra, volvió a
darse la vuelta y cogió el taco de papeles, pidió que los fueran repartiendo.
Los alumnos callados y todavía con cara de sorpresa empezaron a pasar las hojas
en las que había escrita una historia.
Cuando el último de los alumnos
incluida Carmen tuvieron en sus manos dichos papeles, Mariano les dijo: lean
atentamente, tómense su tiempo,
volvió a decir pausadamente no se apresuren en emitir una opinión.
Se acerca el Final de Curso, queréis hacer algo especial, ya que a
muchos de los compañeros no los volveréis a ver hasta Octubre. Tú propones
hacer una fiesta privada (solo para los alumnos de esa clase), explicas también
que habrá comida, bebida de máxima calidad
y música, mucha música.
Tus compañeros animados e ilusionados, te dan carta blanca para que
realices la fiesta, tú eres “transparente” y les dices que el coste de dicha
fiesta será de 30 euros por alumno, ellos, cada vez más convencidos de que
deber ser tú el organizador te empiezan a dar el dinero.
Al final te has juntado con 6000 euros, ya que algunos de tus colegas
te han pedido el favor de llevar a sus correspondientes parejas.
Estas ya organizando todo el “cotarro” y tienes 6000 euros en el bolsillo,
en casa están tus tíos, como todos los sábados
han ido comer, tu tío, te dice que puede alquilarte la nave que tiene cerca del
Campus por 500 euros, sabes que te han pedido 800 euros por noche así que los
otros 300 euros te los embolsas tu, de repente se te enciende la “bombilla” y te
dices ¿por qué no?, no tiene porque enterarse nadie y encima le haces un favorcillo a la familia.
No sabes si hay permisos para poder organizar un evento o no, si hay
seguridad o no, pero tú ya has ganado 300 euros.
Mucho más contento, ya tienes en tu bolsillo B 300 euros empiezas a
pensar en cómo organizar el catering (productos de alta calidad, le dijiste a
tus compañeros). Hablas con tu madre y tu tía están todo el día hablando del juego malabares que tienen que hacer para
poner algo decente en la mesa y ni corto
ni perezoso les hablas de la comida que hay que preparar para los alumnos,
sabes que no son demasiado exquisitos y que a lo mejor con un poco de “esa
magia” que ellas utilizan te pueden hacer ganar más dinero.
Efectivamente, te dicen que ellas pueden prepararte ese catering con
productos de “marca blanca”, además te añaden unas empanadas y unas tortillas
de patatas que hacen las hermanas que
están para chuparse los dedos y a coste 0, solo tienes que comprar la materia
prima.
¡!Esto marcha ¡! te dices de nuevo, tu bolsillo B ya tiene otros 300 euros.
Tu tío entra de nuevo en acción, y te pregunta qué presupuesto tienes
para bebida, tu le das una cifra un poco más inferior, tienes que sacar algo de
beneficio también en esta gestión. Te dice que tiene un colega que
recientemente ha abierto un almacén de licor, no es de lo mejor, te comenta pero si vas de mi parte te hará un buen precio.
Tú no te lo piensas y vas a verle, le indicas que vas hacer una fiesta,
una gran fiesta que puedes si te hace un
buen precio hacerle buena propaganda por el
Campus. El colega de tu tío está convencido y llegáis a un buen trato, pero es un precio
sin transporte lo tienes que cargar tu.
Enseguida la máquina de pensar se pone en marcha y llamas a tu amigo
Miguel que dispone de un coche grande, le comentas que necesitas que te eche
una mano y que no se preocupe por la gasolina que la pagas tú, en esta ocasión
te has embolsado 150 euros más.
No va mal la cosa, piensas, una vez en la nave tienes que habilitarla para la fiesta, borriquetas
tablones manteles de papel vasos, platos,
cubiertos de plástico, adornos diversos etc. hechas las cuentas y
decides ir al Corte Chino allí venden todas estas cosas al por mayor, excepto
las borriquetas y tablones que tienes en la nave de sobra.
Has comprado todo lo necesario pero necesitas que te ayuden a acicalar
la nave, no hay problema, te dices, hablas con tu hermana y con las amigas de
ella y les dices que podrán asistir gratis a la fiesta si te ayudan. Ellas no
se lo piensan y te ponen la nave de “caramelo”, han colocado las mesas, han
colocado vasos, platos, cubiertos, han adornado la nave estilo los años 70. Está casi todo armado solo falta la
música.
Hablas de nuevo con tu amigo Miguel, sabe que su hermano pequeño tiene
una discoteca móvil, la idea es darle a su amigo una pequeña comisión y una
invitación al evento si llega a un buen acuerdo con su hermano. Miguel accede y
a ti el precio que te da más la pequeña comisión de Miguel, te convence. Gracias a tu amigo contratas a su
hermano hasta las 4 de la mañana, en
esta ocasión te has embolsado otros 200
euros.
La gente empieza a llegar, empiezan a felicitarte por la decoración, por la comida, la bebida no está
mal tampoco y el disc jockey es un crack.
Tu hermana, sus amigas y Miguel se lo pasan de rechupete. La fiesta
es todo un éxito, y tu comes, bebes y bailas a consta de tus compañeros y
amigo.
Te sientes orgulloso de tu gestión, estas contento, hablas con todo el
mundo. No dejan de felicitarte y tú de sonreír y siempre con la mano
dentro del bolsillo donde no paras de acariciar tus 950 euros, porque
son tuyos, eres un buen gestor y has tenido unos buenos beneficios.
Pasado un buen rato las primeras
manos empiezan a levantarse, Mariano, levanta las suyas haciéndoles señas para
que las bajen.
Todavía el ejercicio no ha terminado, dice Mariano.
¿Qué levanten las manos quién piense que ha gestionado bien la Fiesta
de final de curso, y que tal gestión le ha generado esos beneficios?
¿Qué levante las manos quien crea que es un “corrupto” y que esos 950 euros
es el inicio de convertirse en una verdadera fortuna, nada transparente?
Las manos a la primera pregunta
fueron bastante más numerosas que a la
segunda, recuerda Carmen mientras adormilada le dice a su marido:
... Apaga ya
la televisión y vámonos a la dormir, mañana nos espera un día muy largo.
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