…Y ella finge que se lo
cree, mientras no
deja de limarse las uñas.
-Ha sido un error Sara,
te lo juro, yo no sé nada de la dichosa caja B.
Sin mirarlo se levanta y saca el neceser grande del armario.
-Tienes que creerme
cariño, vuelve a decir él sin demasiado convencimiento.
Ella cierra
la cremallera del neceser con fuerza con si hubiera encerrado un gran secreto
en él.
La deposita con desgana junto a la gran maleta y con unas
fingidas lágrimas le mira y dice:
-A qué hora tienes que
presentarte en Soto del Real.
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