domingo, 15 de marzo de 2015

EL PISITO



Yo también casi  tuve un pisito en Málaga, más concretamente en el Rincón de la Victoria, también era un ático, mucho más modesto que el del amigo Ignacio y que desgraciadamente y tras mi despido fulminante tuve que dejar por no poder hacer frente a los pagos.

El pisito, bueno el ático fue una inversión que hice para poder disfrutar de una buena temperatura y sabor a mar, en cuanto me  jubilara. Estaba todo pensado, estaba casi terminado. Por fin estaba haciendo realidad la ilusión en el que llevaba mucho tiempo soñando. Pero no pudo ser, otra vez la señora mala suerte, me abrazó dejándome con la miel en los labios.

Pero afortunadamente, hay sueños que se cumplen, y sino miremos  a Ignacio González, el hombre, tuvo la misma idea que yo, tener un pisito en la playa. A él,  le gustaba más la zona de Marbella, quería un pisito más grande, por eso de la familia y lo consiguió.

No hubo ningún tipo de problema, como Julo Cesar, “Veni, vidi, vici”  y se embolso el pisito, al contrario que una servidora, no hizo desembolso alguno, solo entrar a sentarse en una de sus cómodos sillones de terraza  a disfrutar del aire del mar y la buena temperatura.

Pero a Ignacio González mi amiga, esa a quien le llama la “mala suerte” también le dio un fuerte abrazo, uno de esos que te deja tiritando, uno de esos que evitas y evitas pero que al final te das la vuelta y ¡¡hala!! te aprieta y te aprieta tan fuertemente que llegas a odiar el aire del mar y la buena temperatura.

Amigo Ignacio, déjame que te diga una cosa, cuando uno NO hace las cosas bien termina estallando en su propia cara. En su descargo, dice  usted que es un  plan  bien urdido para quitársele de encima y así no ser candidato  de nuevo Presidente de la Comunidad de Madrid.

Me da vergüenza escuchar, o leer como sus amigos en cadenas televisivas le defienden a capa y espada eximiéndole de todos sus chanchullos, porque se me da, que lo del pisito es casi una pura anécdota.

Ignacio, usted como todos sus amigotes algunos ya en el trullo, es un corrupto es usted amigo de lo ajeno, es usted amigo de hacer favores a cambio de otros.

No creo que haya ninguna trama para quitárselo de encima, que a lo mejor me equivoco, porque en el partido donde usted milita,  se cuentan con los dedos de la mano las personas que estarían libres de tirar la primera piedra.

Ignacio, no soy ni mucho menos amiga suya, ni votante, eso que vaya por delante, pero me imagino que desazón  debe sentir en estos momentos, su amiga Esperanza, dice no poder darle un puesto en el ayuntamiento porque le haría de menos. La señora Cifuentes ni habla de usted y los demás, han hecho como el humo.


Ignacio, no soy ni mucho menos amiga suya, ni votante, eso que vaya por delante pero que solo esta, eso sí con su pisito en la playa.

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